Alberto Méndez narra en esta su única novela cuatro historias, enlazadas a través de ciertos personajes, que se enmarcan en el período histórico de la Guerra Civil española, sobre la que se ha escrito muchísimo. En este caso, el novelista prefiere no abordar directamente la tragedia colectiva que afectó a todo el país, quizá porque ya se ha hecho muchas veces. Su opción es mostrarnos cuatro dramas limitados a unas pocas personas como ejemplo de lo que la contienda supuso para los españoles: esperanzas muertas, vidas trastocadas, futuros (y presentes) despiezados. Merece leerse, tanto por lo que constituye de aportación a la comprensión de la época en que se desarrolla, como por lo que tiene de prosa calculadamente conmovedora.
Lástima que haya sido objeto de una adaptación cinematográfica que no aprovecha las posibilidades de su artificio narrativo, que está llena de diálogos pedestres, y que no se beneficia en absoluto de las flojas interpretaciones de varios de los actores, en particular Raúl Arévalo y el desastroso Martín Rivas.
EN FIN, COMO SIEMPRE, LEED
ALFONSO BLANCO
2 comentarios:
Ya se te ve especialmente cabreado con la película. ¿Que hago?¿Veo antes la película para después leer el libro?¿O primero el libro y después la película?
Lee primero el libro, porque si ves antes la película, puede que te ponga en mala disposición. Y, más que cabreado, estoy sorprendido de que José Luis Cuerda (el director, que tiene cosas como "Amanece que no es poco" y "El bosque animado", más que decentes) haya hecho algo tan flojito. Y eso que su guionista (y, ¡ay!, responsable de la adaptación) es Rafael Azcona, un grande del cine español, (co)escritor de algunas de las mejores comedias de Luis García Berlanga ( y del cine español) como "Plácido" y "El verdugo". He dicho
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